Salí de casa con los AirPods. Quien me conoce sabe que tengo muchas canciones que me acompañan en mi día a día. No sabría escoger, cada una tiene algo. Un acorde, una estrofa, un solo de piano, su melodía. Sin embargo, esta mañana mi cuerpo me pedía dos en concreto. “Dinamita” de La bien querida y “Fix You”, de Coldplay. La primera me acompañó en mi primer día en la capital hace cuatro octubres. Cuatro ya, el tiempo vuela. La segunda la he escuchado sin cesar durante años en el suelo de mi habitación. Recuerdo haber cantado muchas veces muy bajito “lights will guide you home and ignite your bones and I will try to fix you”. El domingo volví a esta canción. Esta vez, al piano. Un puñado de sensaciones recorrió todo mi cuerpo.
“Y es que siento como si toda mi vida me hubiera estado conduciendo a este preciso momento”, dice la canción.
A este preciso momento. He perdido la cuenta de los kilómetros que he tenido que recorrer, de los baches que sorteado y las vidas que me ha tocado vivir. Hasta llegar aquí, a ti.
“But if you never try, you’ll never know
just what you’re worth”
No pasa nada, hoy es un día más. Quiero que sea lo más plano posible. Cada 26 de noviembre pongo el contador a cero. Sin expectativas, sin grandes pretensiones. Un año más que comienza y que, aunque con miedo, también ilusión, esperanza. Y calma, por favor.
Me voy construyendo con todo lo que escucho, observo, leo, escribo. Cojo apuntes de aquí y allí (por eso pregunto mucho y hablo poco) con los que sigo creciendo. Nunca se deja de aprender. Recuerdo, nuevamente, lo que siempre me dice mi madre de crear nuevos momentos que recordar para siempre. “Pasar nuevamente por el corazón”. Me lo he puesto de deberes, la oposición infinita. Otro 26 de noviembre. El contador a cero. Este año sí que sí. Son las 8:32. Empezamos.
Marta Osuna.
Enhorabuena por el año nuevo que para ti empieza hoy, Marta.
Cierto día yo también, no tuve me vi obligado a poner el contador a cero…
Me da vértigo tan solo recordarlo.
Pero estoy parcialmente de acuerdo en esa frase de que el tiempo lo cura todo. Solamente lo hace si tienes la suerte que te levanten las personas adecuadas, las que conocen tu esencia y admiten tus imperfecciones.
Brindo por el nuevo año con el deseo de que sea venturoso.